Crece 4,8% en el primer trimestre versus 8,8% en el mismo lapso de 2007
VÍCTOR SALMERÓN
EL UNIVERSAL
La economía muestra un comportamiento poco común en medio de un boom petrolero sin precedentes: el crecimiento del primer trimestre de este año es de 4,8%, una magnitud que se traduce en una fuerte desaceleración respecto a 8,8% del mismo lapso de 2007 y que constituye el menor avance desde 2003.
Las estadísticas del Banco Central de Venezuela desnudan que la pérdida de empuje, que se produce a pesar de que el precio promedio de la cesta petrolera aumenta 79,7%, abarca sectores clave para la producción y la creación de empleo.
La construcción reduce el crecimiento desde 27% en el primer trimestre de 2007 a 2,6%; la manufactura desde 6,8% a 1,4%; comercio desde 20,8% a 5,7%; transporte de 16,4% a 5%; instituciones financieras y seguros de un avance de 28,8% da paso a una caída de 6,4%, mientras que la minería mantiene el comportamiento negativo y al declive de 5,6% suma otro de 1,7%.
Tan sólo el área de comunicaciones mantiene el paso y registra un salto de 17,6%.
Al analizar el sector de la economía no petrolera como un todo, el Banco Central reporta crecimiento de 5% en el primer trimestre de este año, en constraste con un avance de 10,4% en el mismo período de 2007.
El sector petrolero, gracias al incremento de la producción de las empresas mixtas, crece 3,3% y revierte la tendencia negativa de los últimos cuatro trimestres.
El informe enviado por el directorio del Banco Central no explica la tendencia a la desaceleración y resalta que "con este resultado se mantiene el comportamiento favorable y sostenido que se ha observado por 18 trimestres consecutivos, no obstante la alta volatilidad de la economía mundial".
El ministro de Planificación, Haiman El Troudi, afirmó tajantemente un mes atrás que la economía crecería entre 6 y 7% en este trimestre, pero se trató de una ilusión.
El frenazo de la economía en el cénit del boom petrolero puede atribuirse a una serie de medidas que ha tomado el Gobierno y el propio Banco Central.
Parado frente a un desequilibrio donde muchos bolívares detrás de pocos productos impulsan al alza los precios y catapultan la inflación hasta un acumulado de 29,3% en los últimos doce meses, el Gobierno puso en marcha un conjunto de medidas para enfriar la economía.
El Banco Central movió las tasas de interés para el consumo, ajustando de 28 a 33% el tope permitido para las tarjetas de crédito, al mismo tiempo el freno en el gasto público, la venta de bonos en divisas, pagos del Gobierno en dólares e incremento de la porción de los depósitos que los bancos tienen que congelar a manera de encaje determinan que la liquidez no haya crecido en 2008.
El tablero también muestra que los préstamos para la compra de automóviles aumentan 8% en los primeros tres meses del año, mientras que en el mismo lapso de 2007 el incremento fue de 14,2% y el salto de los créditos con tarjetas disminuye de 18,7 a 8,6%.
Analistas consideran que cuellos de botella generados por el control de precios, el control de cambio y dudas sobre el derecho de propiedad desestimulan la oferta, circunstancia que también incide en la pérdida de ímpetu de la economía.
Otro factor a tomar en cuenta es que presionado por la escasez el Gobierno autorizó incrementos de precios en productos controlados y, de acuerdo con Datanálisis, la capacidad de compra de las familias registra una caída de 3,85% al cierre de abril.
El Banco Central asegura que "en el marco de la coordinación macroeconómica, continuará adelantando acciones de política en los ámbitos monetario, financiero y cambiario, en el contexto de generar crecimiento con estabilidad de precios".
VÍCTOR SALMERÓN
EL UNIVERSAL
La economía muestra un comportamiento poco común en medio de un boom petrolero sin precedentes: el crecimiento del primer trimestre de este año es de 4,8%, una magnitud que se traduce en una fuerte desaceleración respecto a 8,8% del mismo lapso de 2007 y que constituye el menor avance desde 2003.
Las estadísticas del Banco Central de Venezuela desnudan que la pérdida de empuje, que se produce a pesar de que el precio promedio de la cesta petrolera aumenta 79,7%, abarca sectores clave para la producción y la creación de empleo.
La construcción reduce el crecimiento desde 27% en el primer trimestre de 2007 a 2,6%; la manufactura desde 6,8% a 1,4%; comercio desde 20,8% a 5,7%; transporte de 16,4% a 5%; instituciones financieras y seguros de un avance de 28,8% da paso a una caída de 6,4%, mientras que la minería mantiene el comportamiento negativo y al declive de 5,6% suma otro de 1,7%.
Tan sólo el área de comunicaciones mantiene el paso y registra un salto de 17,6%.
Al analizar el sector de la economía no petrolera como un todo, el Banco Central reporta crecimiento de 5% en el primer trimestre de este año, en constraste con un avance de 10,4% en el mismo período de 2007.
El sector petrolero, gracias al incremento de la producción de las empresas mixtas, crece 3,3% y revierte la tendencia negativa de los últimos cuatro trimestres.
El informe enviado por el directorio del Banco Central no explica la tendencia a la desaceleración y resalta que "con este resultado se mantiene el comportamiento favorable y sostenido que se ha observado por 18 trimestres consecutivos, no obstante la alta volatilidad de la economía mundial".
El ministro de Planificación, Haiman El Troudi, afirmó tajantemente un mes atrás que la economía crecería entre 6 y 7% en este trimestre, pero se trató de una ilusión.
El frenazo de la economía en el cénit del boom petrolero puede atribuirse a una serie de medidas que ha tomado el Gobierno y el propio Banco Central.
Parado frente a un desequilibrio donde muchos bolívares detrás de pocos productos impulsan al alza los precios y catapultan la inflación hasta un acumulado de 29,3% en los últimos doce meses, el Gobierno puso en marcha un conjunto de medidas para enfriar la economía.
El Banco Central movió las tasas de interés para el consumo, ajustando de 28 a 33% el tope permitido para las tarjetas de crédito, al mismo tiempo el freno en el gasto público, la venta de bonos en divisas, pagos del Gobierno en dólares e incremento de la porción de los depósitos que los bancos tienen que congelar a manera de encaje determinan que la liquidez no haya crecido en 2008.
El tablero también muestra que los préstamos para la compra de automóviles aumentan 8% en los primeros tres meses del año, mientras que en el mismo lapso de 2007 el incremento fue de 14,2% y el salto de los créditos con tarjetas disminuye de 18,7 a 8,6%.
Analistas consideran que cuellos de botella generados por el control de precios, el control de cambio y dudas sobre el derecho de propiedad desestimulan la oferta, circunstancia que también incide en la pérdida de ímpetu de la economía.
Otro factor a tomar en cuenta es que presionado por la escasez el Gobierno autorizó incrementos de precios en productos controlados y, de acuerdo con Datanálisis, la capacidad de compra de las familias registra una caída de 3,85% al cierre de abril.
El Banco Central asegura que "en el marco de la coordinación macroeconómica, continuará adelantando acciones de política en los ámbitos monetario, financiero y cambiario, en el contexto de generar crecimiento con estabilidad de precios".
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